Los rubios son siempre apasionantes y atrayentes y ese es uno de los principales motivos por los que siguen liderando los servicios de color de los salones. Sin embargo, como en todo, la personalización es fundamental para que nos resulte favorecedor al máximo. Analizar las características de cada persona le da al peluquero las claves para acertar.
Las tendencias siempre nos marcan una actitud, un enfoque, de acorde al ritmo de los tiempos que vivimos. Nos dan pistas de en qué momento vivimos, del mismo modo que la imagen que escogemos, nos dice cómo lo experimentamos.»Los rubios que se llevan ahora son muy ricos en matices, se mezclan tonos fríos y cálidos, o incluso con colores fuera de esta gama, creando una combinación personal para cada persona. Las tendencias nos dejan mucha libertad para conseguir el color perfecto para cada persona y yo aprovecho esa oportunidad para crear rubios únicos que no se parecen en nada a los que ya he hecho. Lo vivo como un proceso artesanal muy creativo y eso creo que es lo que lo hace aún más precioso.», explica Raquel Saiz de Salón Blue desde Torrelavega (Cantabria).
No solo se mezclan los tipos de rubios, también en sus variantes más claras u oscuras. Las melenas con densidad se consiguen a base de contrastes muy sutiles, pero con un resultado perceptible. La naturalidad se basa en respetar los rasgos y particularidades de esa persona y a partir de ahí trabajar: «Para escoger el rubio perfecto debemos analizar tres aspectos. Primero, el tono natural del pelo; segundo, el color de los ojos y, por último, el tono de la piel. Para saber cuál es nuestro tono de piel podemos observar el color de nuestras venas en las muñecas.Si es verde nuestra piel es cálida, si es azul, fría. Además de esto, el tono puede ser neutro, es decir, que es difícil de determinar. Si colocamos un objeto dorado o plateado junto al rostro comprobaremos si transmite frescura y vitalidad. Si el dorado queda mejor, nuestro tono de piel es cálido. Si es el plateado, entonces, frío. Y si los dos quedan bien, es neutro y puedes trabajar con tonos fríos y cálidos indistintamente – asegura Raquel Saiz, quien añade – en cuanto a los ojos, es importante tenerlos en cuenta, ya que determinan en gran medida cuál es el rubio que más favorece. Los rubios fríos son los más adecuados para ojos grises o azules claro. En cambio, los cálidos van mejor con los ojos azul turquesa, los verdes, avellanas o marrones. En definitiva, los rubios dorados son para las tonalidades cálidas y los más ceniza, para las frías. Si eres una castaña cálida, lo mejor para conseguir un resultado natural es mantenerse dentro de la gama de los cálidos».
Tonos de tendencia para 2021
Lo que nos sugieren las tendencias es alternar con distintos rubios o tonos en la misma melena, los dorados entran en contacto con matices hielo, pero también con tonalidades pastel que nos hacen más que animar la fantasía. «Si queremos enriquecer el resultado y dar una nueva presencia a la melena, la combinación de fríos y cálidos es un acierto. Tonos como el rubio oscuro se alterna con tonos como el cool icy y el warm honey. El más oscuro en la raíz, el miel, y los otros en reflejos por la melena. Pero también podemos conseguir un rose blonde, un rubio con una sombra rosa muy discreta, pero que aporta un efecto sorprendente. Este tono si precisa de cierto cuidado para que el color no se desvanezca, un champú y un acondicionador sin sulfatos nos ayudarán a conservarlo brillante y vivo durante más tiempo.», afirma Raquel Saiz.
Otro de los tonos de la temporada es el bronde, una mezcla inteligente entre el rubio y el castaño que permite versiones con distintas intensidades, más oscuras o más claras, dependiendo de si estamos acostumbradas a más o menos luz en el cabello. «Este rubio es uno de los más demandados en mi salón. Para lograrlo, el proceso se inicia con una base de rubio oscuro, seguido de unos balayage en color mantequilla. Si la base es oscura, comenzaremos por aplicar un bronce primero, y a partir de aquí aclararemos más o menos.
El strawberry blonde es un rubio situado entre el rubio y el rojo, sin ser ninguno de los dos. Una mezcla de dos tonos distintos dentro de los rubios más oscuros. «Para conseguir este tono debemos combinar una base cobre con un rubio dorado para realzar el color. Si la base es la de una pelirroja natural, entonces podemos añadir unos reflejos sutiles para obtener el tono melocotón perfecto»., indica Raquel Saiz.
Los rubios más claros son también más costosos de conseguir y precisan de mayor constancia en los cuidados, sin embargo son los que siempre llaman la atención por la cantidad de luz que irradian. «Los rubios platinos son otro de los rubios de la temporada. Para lograrlo, es necesario eliminar cualquier pigmento previo, por lo que es probable que se necesite más de una sesión, y lavarlo con champú morado. El dirty blonde es un rubio frío que no requiere de mucho mantenimiento, aunque como el platino, si hay un tinte anterior, se debe retirar primero.», sugiere Raquel Saiz.
Los acabados naturales son otra de las grandes apuestas que continúan desde el año pasado. Tonos como el Honey Blonde o rubio miel han tenido mucho éxito gracias a que favorecen y no necesitan muchos cuidados para mantenerlo. «El rubio miel es ideal para crear un look muy relajado y natural, como si los mechones más claros fueran por la acción del sol Eso lo hace muy rejuvenecedor y si lo combinamos, además, con un tono dorado, aún más. Y lo mejor es que se adapta a casi todo tipo de pieles.», añade Raquel Saiz.